domingo, 29 de enero de 2012

Avances Tecnológicos


Si bien es cierto que los  avances tecnológicos  han traído consigo una infinidad de beneficios en la vida de las personas, por ejemplo, en los medios de comunicación, en los artículos de casa, en el trabajo, en la escuela, también es cierto que es importante dosificar el tiempo que nuestros hijos invierten frente a diferentes aparatos electrónicos, tales como: televisiones, teléfonos celulares, máquinas de videojuegos, computadoras, el uso de internet, agendas de bolsillo y que en algunas ocasiones llegan a interferir con el desarrollo adecuado de sus habilidades, así como en la convivencia familiar.
Si nos damos cuenta que cada vez pasan más tiempo frente a los aparatos, alrededor de entre 6 y 8 horas diarias, que cada vez sus juegos se vuelven más solitarios, que han empezado a cambiar sus hábitos de comidas, que prefieren comida rápida o comer alejados del resto de la familia, que su número de horas de sueño es cada vez menor y que esto comienza a generar problemas en su rendimiento escolar. Si su hijo se irrita o enoja cada vez más fácil por no contar con los juegos de moda, o por no tener el dinero suficiente para poder comprar y cambiar constantemente estos juegos, entonces podríamos estar hablando del inicio de una posible adicción a la tecnología.
La exposición prolongada a estos aparatos puede generar también problemas de fatiga visual, dolores de cabeza, problemas relacionados con la postura, problemas de articulaciones, entre otros; si todo ello comienza a suceder quizá es probable que sea necesario hacer algunos reajustes en la forma en que sus hijos se relacionan con estos adelantos.
Algunas cifras en México
Se estima que alrededor de 6 de cada 10 niños y adolescentes, empiezan a depender de los aparatos electrónicos, es más común en los niños que en las niñas y 1 de cada 5 puede llegar a generar adicción a estos aparatos, asociándose con otros problemas psicológicos como estados de ansiedad y depresión.

Adicción a la tecnología en los niños


Según los expertos, el móvil, internet, los chats o el messenger pueden ser simples entretenimientos, pero, cuando se convierten en adicción, se producen desequilibrios en el niño que impiden su socialización y entorpecen su desarrollo. Finalmente, afirman, el niño se esclaviza al igual que ocurre con otras adicciones, lo que conlleva consecuencias como el fracaso escolar y social, alteraciones de la conducta, autismo y encerramiento progresivo en sí mismo.
Origen biológico de las adicciones a las nuevas tecnologías
Para los especialistas, detrás de estas adicciones, además de un origen social (costumbres) y biológico (neurotransmisores), sobre los que se está investigando, podría haber un problema de desatención familiar; opinan que si las familias ejerciesen la función contenedora que deben tener, esto no ocurriría.
También se ha investigado el cerebro humano para buscar un origen biológico que condicione dichas adicciones. Según estudios, los jóvenes se hacen adictos a una tecnología o a un comportamiento porque, al final, se convierte en algo biológico y que está relacionado con varios elementos: la dopamina (que está relacionada con los circuitos de recompensa), la noradrenalina (relacionada con la excitación) y las endorfinas (también conocidas como hormonas de la felicidad).
Como soluciones para esta problemática, los especialistas abogan por modificar el comportamiento del niño mediante terapias de conducta que impliquen al niño, a la familia, o a ambos; los fármacos que ayudan a disminuir la impulsividad o aumentar los frenos; y, como no, los procesos educativos, para redireccionar la conducta del menor hacia fines positivos.